Feria del tamal 2016 en el Museo Nacional de Culturas Populares
Asiste a la Vigésimo cuarta edición de la Feria del Tamal en el Museo Nacional de Culturas Populares en Coyoacán.
Asiste a la Vigésimo cuarta edición de la Feria del Tamal en el Museo Nacional de Culturas Populares en Coyoacán.
Hablar de tamales mexicanos es hacer un recorrido por México, su historia, las personas que los crearon, la riqueza de sus tierras y los diversos ingredientes que en ellas se cultivan. El tamal es uno de los platillos tradicionales de la gastronomía mexicana y los mexicanos además de guardar un espacio en el estómago para él, lo guardan también en el corazón.
En el Blog de Sección Amarilla queremos invitarte a que viajes con nosotros en un recorrido por los tamales mexicanos y a conocer algunos de los más deliciosos.
Debes probar los tamales de Güemes, que tienen carne de puerco y pollo, aceitunas, pasas y aceite de oliva.
Conoce los tamales de cabeza de puerco preparada con orégano.
Deléitate con unos tamales con salsa colorada de chile puya y con los de nata que llevan almendras, piñones y pasitas.
Los sinaloenses comen los “tamales barbones”, llamados así, porque se preparan con camarones sin pelar y sus barbas sobresalen por fuera del bultito de masa. Hay otros que son de puerco con camote y papaya. Y también puedes encontrar los tamales conocidos como palo de Brasil que son de masa fermentada con ceniza.
Los sonorenses se agasajan con unos tamales dulces de frijol con pasitas o con los de verdolagas con garbanzos.
En este destino existen unos tamales muy pequeños, en hoja de mazorca, que se rellenan con carne deshebrada y salsa de chiles secos.
Los regios preparan tamales con nuez y pasas, endulzados con piloncillo.
Los tamaulipecos preparan tamales de machaca y de calabaza con camarón.
Los nayaritas sirven una sopa de tamales de elote, con este alimento sumergido en el caldo.
Encontrarás los tamales tapatíos, con masa que combina maíz y arroz.
Cuando vayas, cómete unos tamales regios colimenses: en su masa de maíz, llevan arroz y costillas de cerdo. También están los de elote dulce y ceniza para acompañar tus desayunos o cenas.
Aquí destacan las corundas, pequeños tamales poliédricos que se sirven en un plato bañados con crema y queso. También están los uchepos tradicionales y algunas creaciones que se han inspirado en ellos como los uchepos de leche que llevan maíz y se acompañan con helado de aguacate y maracuyá, las toqueras, los de zarzamora, los de aguamiel y los tarascos de maíz y frijol con charales; tamales de masa, de frijol o de verdura y los tamales de nata, con pasas y coco.
Los poblanos elaboran tamales de ayocote, de haba con venas de chile y hojas de aguacate y los pulacles, tamales con calabacitas, frijol y ajonjolí.
Es otro paraíso tamalero: aquí encuentras los de elote dulce con carne de puerco y salsa roja; los de cazón deshebrado, de ejote con chile verde y cilantro, de pepita con frijol, de flor de izote con cerdo, de chicharrón con piloncillo, de coco fresco con natas y de pescado con hierba santa. Otro famoso es el tamal de cazuela. o bien el tamal xoco o choco, que es un tamal salado de maíz azul que acompaña los moles de las fiestas veracruzanas. Otras opciones son el tamal de picadillo y el tamal de bocado.
En Pachuca y Real del Monte, incluyen comino en los tamales, sean dulces o salados. También hacen otros con verduras y especias. En la Huasteca hidalguense, se elabora un tamal dulce en hoja de plátano llamado chocol, a base de cacao y piloncillo.
Son tradicionales los tamales de frijol con rajas, los de piña con rompope, de piñón con biznaga o de cacahuate.
En este estado encontrarás tamales de ceniza o “de muerto”, hechos con maíz azul, nutritivos tamales de nopal, así como tamales dulces de cacahuate
En Ciudad Valles, los hay de chilpán, con carne deshebrada de puerco, y de palmito. En la capital potosina, hacen tamales de limón o de naranja con chilacayote. También se prepara el tamal más grande que existe: el zacahuil, que mide un metro de largo y se sirve especialmente en las bodas. Lleva carne de cabeza de cerdo y de guajolote cuya masa está “martajada” (con gránulos). Está envuelto en hojas de papatla y se cuece en hoyo o en horno.
Los zacatecanos consumen los tamales de la Bufa, cuya masa tiene carne de cerdo, comino y salsa de chile ancho.
En tierra queretana, existen los tamales canarios, con pasitas.
En Tepoztlán, hacen tamales de flor de colorín.
En Zumpango, hay tamales de espinazo de puerco en salsa verde con epazote y ayocotes (un frijol grande de color morado) y los dulces, hechos con capulín.
Es un clásico encontrar en esta región, la famosa torta de tamal o “guajolota”, que se hace con una telera o bolillo (no hay chilango que no la haya comido). También se preparan los “tamales encuerados”, verdes o rojos, precocidos al vapor, que se fríen al momento de consumirse.
En Taxco, hay tamales de frijoles con manteca, bañados con mole verde de pipián y de calabaza en dulce. En Teloloapan, hay tamales de cuajada de leche, los llamados nejos (para acompañar el mole rojo). En Tlamacazapa los hacen de borrego.
Los oaxaqueños también tienen una gran cantidad de recetas: están los clásicos tamales de mole negro o de algún otro de sus moles, sobre todo, verde y amarillito.
En Miahuatlán, hacen tamales de maíz con calabaza y frijol. En la costa, hay tamales marinos. Hacia Pinotepa, los rellenan de mejillones y en Juchitán, de pescado y de camarón seco.
Hay una gran variedad en esta región: los pictes (de elote tierno); los tamales de cambray, de chipilín (herbácea común en las costas de Oaxaca, Tabasco y sur de Veracruz); de “bola”, que se comen con costillas de cerdo; los padzitos de chícharos; de “manjar” (una especie de crema pastelera); de hoja de momón (que es la hierba santa) a base de frijol; de cabezas de camarón tostadas y molidas; los de pepitas y chile piquín; los “untados”, los “de bola” o los de “mumu” y hasta los de cuchunuc (una flor endémica).
Aquí existen algunos muy peculiares: prueba los tamales de pejelagarto, los de hoja de chaya o los de frijol con chícharos.
Ahí se prepara un tamal con salsa de chile guajillo, achiote, jitomate, ajo, cebolla y especias, su relleno contiene, además de la masa y carne de puerco, aceitunas, alcaparras, pasas y almendras.
Los yucatecos consumen los mucbipollos o pibipollos, que son tamales para Día de Muertos. También son tradicionales los vaporcitos, que son muy suaves.
Tal y como lo leíste: hay muchas opciones en México para que elijas cuáles comer. Incluso hay tamales mexicanos sin manteca y preparaciones que se inventan según la imaginación del cocinero y los ingredientes que se tengan a la mano; por ejemplo, con salmón y aceitunas negras, aceite de oliva y jitomate. Y, por supuesto, también hay opciones veganas y vegetarianas.
Y tú, ¿tienes alguna receta para compartir? Te doy algunas recetas de tamales para el Día de la Candelaria.
También te invito a ver nuestro especial ¡Hay tamales mexicanos!